Dentro de nuestra iniciativa para dar visibilidad al tejido asociativo local, recientemente tuvimos el placer de visitar la asociación ALEA. En esta ocasión, Emma, Laura y Cindy nos encontramos con David, uno de los miembros más implicados de la entidad, quien nos recibió con una sonrisa en el nuevo local que acaban de inaugurar. Después de mucho esfuerzo colectivo y meses de búsqueda, ALEA por fin tiene un espacio propio… y se nota. La ilusión se respira en cada rincón.
Un nuevo hogar para una comunidad diversa
ALEA es mucho más que una asociación cultural sin ánimo de lucro: es una comunidad viva formada por unas 50 personas, de entre 18 y más de 60 años, unidas por una misma pasión —los juegos de mesa, los wargames y los juegos de rol—. Los socios se reúnen de forma habitual en su nuevo local y además, cada viernes por la tarde abren las puertas a cualquier persona para compartir partidas, risas y complicidades, creando un ambiente que va más allá del simple ocio.
El nuevo local no es solo un sitio donde reunirse: es un logro colectivo que simboliza crecimiento, pertenencia y continuidad. Aunque, como nos contaba David, no han contado con demasiada ayuda institucional por parte del Ayuntamiento de Lleida, su mirada está puesta en el futuro con gratitud y optimismo. Poco a poco, irán acondicionando el espacio para hacerlo aún más acogedor y funcional.
Una comunidad abierta e inclusiva
Algo que nos emocionó especialmente fue descubrir el compromiso ético que sostiene a ALEA. Han construido un entorno seguro, donde cualquier persona —independientemente de su experiencia, edad o identidad— es bienvenida. Su deseo es claro: que todo aquel que sienta curiosidad por el mundo del juego encuentre aquí un lugar donde sentirse cómodo, respetado y acompañado.
Como nos explicaba David, no hace falta ser un experto ni venir con un grupo ya hecho. Basta con tener ganas de participar y compartir. ALEA cree firmemente en el poder del juego como herramienta para socializar, aprender y disfrutar en compañía.
Mucho más que partidas: actividades y torneos
Además de sus encuentros semanales, ALEA también organiza actividades más grandes, como el torneo anual que celebran en Mollerussa. Es una cita muy esperada que reúne a personas de diferentes lugares y fortalece los lazos con otras asociaciones. Son momentos que van más allá del juego: se convierten en espacios de encuentro, colaboración y visibilidad.
ALEA y el valor del asociacionismo
Desde Urquía & Bas, nos emociona conocer proyectos como ALEA, donde los recursos son limitados, pero la pasión y el compromiso sobran. Nos recuerdan que una asociación no es solo un lugar donde se hacen actividades, sino un espacio donde se teje comunidad, se cultivan valores y se genera bienestar colectivo.
Seguimos reforzando así nuestro compromiso con entidades que, como ALEA, hacen del asociacionismo una herramienta de inclusión, creatividad y convivencia. Gracias por abrirnos las puertas de vuestro nuevo hogar. Y sobre todo, gracias por jugar.